lunes, 3 de octubre de 2011

Cine europeo de la última década

            Sobre el cine europeo gravitan las incertidumbres propias de la ausencia de una estructura productiva capaz de competir con la arraigada industria norteamericana. En muchas filmografías nacionales existe además un problema de relevo generacional.

            En Francia la última década ha dejado unos discretos resultados si se comparan con  su fértil producción anterior. Algunos de los autores veteranos mostrarán todavía su vigor. Bertrand Tavernier dirige la magnífica “Hoy empieza todo, 2000” y las discretas “La pequeña Lola, 2004” y “La princesa de Montpensier, 2010”. El clásico Claude Chabrol continuará su serie de películas de misterio en el corazón de la burguesía de provincias con “Gracias por el chocolate, 2000”, “La flor del mal, 2003” o “La dama de honor, 2004”. Jacques Rivette entrega las notables “Vete a saber, 2001” y “La historia de Marie y Julien, 2003”. Agnes Varda firmará la original y dura “Los espigadores y la espigadora, 2000”. André Techiné por su parte dirige “Los testigos, 2006”; Eric Rohmer presenta la admirable “La inglesa y el duque, 2001”; Patrice Leconte entregará la discreta comedia “Mi mejor amigo, 2006” y el georgiano Otar Iosseliani “Lundi matin, 2002“.
            El bagaje de producciones con interés es escaso, proliferando una serie de filmes de fuerte impacto comercial y escasa calidad como “American cuisine, 2000“  de Jean Yves Pitoun, “Los ríos de color púrpura, 2000” y “Gothika, 2003” de Mathieu Kassovitz o “El secreto de Anthony Zimmer, 2005” de Jerome Salle, entre otras. La más sobresaliente de estas obras es “Los chicos del coro, 2004” de Chistophe Barratier.
No obstante existe un ramillete de películas de interés obra de una nueva generación de directores. Jacques Audiard es el autor de “Lee mis labios, 2001”, “De latir mi corazón se ha parado, 2005” y “Un profeta, 2009”. El marsellés Robert Guediguian entrega la espléndida “La ciudad está tranquila, 2000”. Francois Ozon filma la inquietante “La piscina, 2003”. Francois Dupeyron presenta la tierna “El señor Ibrahim y las flores del Corán, 2003”. Jean Pierre Jeunet entrega la entrañable “Amelie, 2001”. Laurent Cantet es el autor de la fenomenal “La clase, 2008” sobre un grupo de alumnos de origen multiétnico y Nicolas Philibert del documental sobre un profesor rural “Ser y tener, 2002”. Michel Gondry dirige “La ciencia del sueño, 2006” tras haber rodado en Estados Unidos la original “¡Olvídate de mí!, 2004“. Gaspar Noe es autor de “Irreversible, 2002”, Samuel Benchetrit de la comedia “Janis y John, 2003”; Claire Denis de “El intruso, 2004”; Remi Bezancon de la entretenida comedia “El primer día del resto de tu vida, 2008”; Agnes Jaoui de “Para todos los gustos, 2000”; Chistian Carion de “Feliz Navidad, 2005” y Raymond Depardon de “La vida moderna, 2008”.
Entre los extranjeros que arriban a Francia destacan las producciones “La escafandra y la mariposa, 2007” del estadounidense Julian Schnabel, “El perfume: Historia de un asesino, 2006” del alemán Tom Tykwer y las dirigidas por Michael Haneke.

En Italia, la última década apenas ha producido filmes reseñables. La figura central de su cinematografía es Nani Moretti que entrega la terrible “La habitación del hijo, 2001” y “Caos calmo, 2008”. Marco Tullio Giordana es autor de “Los cien pasos, 2000” y hace para televisión la espléndida “La mejor juventud, 2003”. Gabriel Salvatores es responsable de “Quo vadis, baby?, 2005”; Paolo Sorrentino dirige de “Las consecuencias del amor, 2004“ y “El divo, 2008” sobre la figura de Giulio Andreotti. También destaca la adaptación de la novela de Roberto Saviano “Gomorra, 2008” dirigida por Mateo Garrone y la sórdida “La bestia en el corazón, 2005” de Cristina Comencini sobre las secuelas de los abusos sexuales en la infancia.
En Bélgica, los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne, son autores de una serie de películas de rabioso realismo, influencia dogma y áspera visión como “Rosetta, 1999”, “El hijo, 2002”, “El niño, 2005” y “El silencio de Lorna, 2008”.
En Holanda, Paul Verhoeven, retornado de su aventura americana, entregará la excesiva “El libro negro, 2006”.
En Portugal, el nonagenario Manoel de Oliveira ha firmado una prolífica filmografía homenaje al plano secuencia, de ritmo lento y de cansada visión, entre las que podemos subrayar “Una película hablada, 2003”
En Polonia destaca la impagable figura de Roman Polanski. A través de coproducciones de varios países europeos este cineasta genial ha ido entregando obras de enorme calidad. La apabullante “El pianista, 2002” narra con crudeza la biografía de Wladyslaw Szpilman bajo la ocupación nazi de Polonia con un magnífico Adrien Brody. La sólida intriga “El escritor, 2010”  se verá superada por la delirante “Un dios salvaje, 2011”. El ya octogenario Andrzej Wajda entregrará “Katyn, 2007”, crónica de la masacre de miles de oficiales polacos en ese enclave.

En Rumanía, Cristian Mungiu entrega la impactante “4 semanas, 3 meses y 2 días, 2007“, sobre un aborto clandestino en la era comunista de Ceaucescu e “Historias de la edad de oro, 2009”, crónica de los durísimos últimos años de la dictadura comunista en clave de comedia. Catalin Mitulescu firmará “Cómo celebré el fin del mundo, 2006”.

En Hungría, el gran Istvan Szabo entrega la coproducción “Conociendo a Julia, 2004” con una estupenda Anette Bening.

En Rusia, destaca la figura del prolífico y polémico Alexander Sokurov, autor tildado de pseudointelectual y realizador de películas de difícil visionado como su célebre “El arca rusa, 2002”, extraño paseo por el museo Hermitage y “Fausto, 2011”. Andrei Zviagintsev firmará la sobria y emocionante “El regreso, 2003”. Sergei Bodrov entregará “Mongol, 2007” y el veterano Nikita Mihalkov la irregular “12, 2007”.

En Grecia, Giorgios Lanthimos dirige la original aunque petulante “Canino, 2009”.

En el cine balcánico, el gran director serbobosnio Emir Kusturica ha realizado “La vida es un milagro, 2004” y el curioso –y flojo- documental “Maradona por Kusturica, 2008”.  Goran Paskaljevic es el autor de la espléndida “Optimistas, 2006”, serie de cinco relatos de tinte satírico inspirados en “Candido” de Voltaire pero trasladados a la Serbia actual. Igualmente merece una reseña notoria el bosnio Danis Tanovic y su magnífica “En tierra de nadie, 2001” sobre la guerra de Bosnia.





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