sábado, 11 de diciembre de 2010

¿Por qué se ha caído todo y no se ha hundido nada?

¿Quiénes son los mercados?

Una panda de hijos de puta, hijos y nietos de aquellos señores feudales, de aquellos burgueses enriquecidos con la sangre de las revoluciones liberales, de aquellos neo-empresarios que descubrieron en las máquinas una obscena forma de ganar dinero explotando a estúpidos monos, y sobre todo, de aquella pequeña casta que empezó a especular con el bien divino, supremo, con el dinero. Ellos lo crearon, y no me refiero a las monedas de metales (oro, plata,...) sino al concepto abstracto del dinero, al papel que representa, al teatro, al contrato entre tú y el banco que dice que ese trozo de papel vale 100 euros sin equivalencia real en oro. El nacimiento de los bancos. El gran fraude del dinero, del dinero-deuda es tan evidente y está tan a la vista que, al mejor estilo de Poe, se nos escapa al entendimiento. El vídeo del que hemos hablado en alguna ocasión, largo y farragoso a veces, pero creo que aporta ideas:



Versión para seres ratuskianos que habitan por los sofás beniejaneros y siempre demasiados cansados para kurrarse algo. Eso suponiendo que su estulticia tecnológica le traiga a estos parajes algún día. En fin, qué te voy a contar Rafiki:



Así que esos tipos que, literalmente, cagan oro y dinero están ahora pegándose puñaladas por ver quién se queda con el botín, como siempre. Y nosotros a chuparla y pagarles las puñaladas.
Algo está cambiando, algo se está moviendo. Tengo la sensación de que el orden internacional que vemos es sólo cartón piedra, falsa apariencia de normalidad, pero por debajo se están moviendo las placas tectónicas geopolíticas. Mal rollo, porque no hay nada, nunca lo ha habido para ponerle enfrente a semejante terremoto. Bien dices que la soberanía ha muerto, llevaba tiempo en coma, pero esta estafa de la crisis ha quitado las máscaras. Aquí mandan nuestro güevos y ya no hace falta que lo escondamos.

Tiempos complejos.

Los de ATTAC de Alemania lo explican así:

Entre amigos (Unter Freunden) from ATTAC.TV on Vimeo.


Y aquí el truco de magia explicado:

Aunque, puestos a elegir, me quedo con el grande, otro abuelo imprescindible para los tiempos que corren:



En fin, inquietante. Y cercano. ¡Ya están aquíííííí! ¿Vamos a poder ofrecer a Candela,Leo y Ana Werkines una sanidad y educación pública y gratuita? Si llegamos a la edad de mearnos y cagarnos encima, ¿tendremos drogas legales gratis a tutiplén como tiene mi madre? No sé, complejo.

A ver si los conspiranoicos teníamos razón. A ver si la conspiración es negar la existencia de una élite económica muy reducida que diseña y ejecuta sus planes por encima de la mentira de los países, instituciones económicas (FMI, BM, CEE, etc). Y volvemos a Kaiser Tzozé: El mejor truco del diablo fue convencernos de que no existía.

Supongo que la única defensa es la información. Pero, bueno, eso es tema para otra entrada, esa realidad que nos construyen, o ¿la constuimos nosotros? Puta física cuántica, Rafiki.

Algunas fuentes interesantes:

http://www.attac.es/


http://periodismohumano.com/


http://www.vnavarro.org/?lang=es

Pues eso, querida Candela, querido Leo y querida y esperada Ana Werkines, que vuestros padres son unos mastuerzos y que espero que vuestro tío Juanfran esté equivocado y no tengáis que vivir ese mundo tan feo y jodío que se avecina.

Salud

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Tiempo de mercados

El devenir económico está resultando un fenómeno sorprendente. No se trata solo de una cuestión de soberanía. Más bien estamos ante un fenómeno de dirección externa de los Estados.


La decisión de los llamados mercados, respecto al tratamiento de la deuda pública que los gobiernos emiten para poder financiarse y atender a las necesidades y obligaciones contraídas en los presupuestos puede no ya determinar los intereses que desean recibir por el dinero prestado, sino más allá, incluso puede decidir la política interna y el desmantelamiento del Estado del bienestar.

Si un gobierno contraría con su política la adopción de las medidas que esos mercados le exigen, directamente puede verse abocado a la bancarrota o a la suspensión de pagos.

Así de sencillo.

Hoy toca rebajar el sueldo a los funcionarios, suprimir las ayudas al nacimiento de hijos y congelar las pensiones. Mañana toca privatizar empresas públicas, eliminar subsidios a los parados y reformar el sistema de pensiones para reducirlas o bien prolongar la edad de jubilación. Pasado mañana la agenda incluye desmantelar el sistema público de sanidad, privatizar las pensiones y poner en el mercado determinados servicios públicos cuyos funcionarios dejarán de serlo.

Las grandes autoridades económicas, expertas en navegación neoliberal, bendicen la adopción de esas medidas sin resistencia. El FMI, el Banco Mundial, la OCDE, la UE etc son meros títeres.

Pero la gran pregunta a plantearse es la siguiente: ¿quién son los mercados? Se nos dice desde el frente liberal que los mercados son los fondos de pensiones y de ahorros en los que todos tenemos una pequeña parte. No niego la complicidad de muchos de los actores sociales incluidas clases medias –normalmente los más poderosos económicamente hablando- pero no nos engañemos, la trama de hedge founds, fondos de inversión, unit link, fondos de capital riesgo, gestoras de fondos en paraísos fiscales, etc no están conformadas por las redes de pequeños ahorradores. ¿Quiénes son entonces?

En un planeta de 6.500 millones de habitantes, de los que solo una tercera parte vive bajo lo que conocemos como paraguas del Estado del bienestar, los mercados curiosamente no han decidido que las dos terceras partes restantes alcancen gradualmente ese paraguas, sino desmantelar a la tercera parte que lo goza. ¿Quiénes son entonces?