miércoles, 8 de diciembre de 2010

Tiempo de mercados

El devenir económico está resultando un fenómeno sorprendente. No se trata solo de una cuestión de soberanía. Más bien estamos ante un fenómeno de dirección externa de los Estados.


La decisión de los llamados mercados, respecto al tratamiento de la deuda pública que los gobiernos emiten para poder financiarse y atender a las necesidades y obligaciones contraídas en los presupuestos puede no ya determinar los intereses que desean recibir por el dinero prestado, sino más allá, incluso puede decidir la política interna y el desmantelamiento del Estado del bienestar.

Si un gobierno contraría con su política la adopción de las medidas que esos mercados le exigen, directamente puede verse abocado a la bancarrota o a la suspensión de pagos.

Así de sencillo.

Hoy toca rebajar el sueldo a los funcionarios, suprimir las ayudas al nacimiento de hijos y congelar las pensiones. Mañana toca privatizar empresas públicas, eliminar subsidios a los parados y reformar el sistema de pensiones para reducirlas o bien prolongar la edad de jubilación. Pasado mañana la agenda incluye desmantelar el sistema público de sanidad, privatizar las pensiones y poner en el mercado determinados servicios públicos cuyos funcionarios dejarán de serlo.

Las grandes autoridades económicas, expertas en navegación neoliberal, bendicen la adopción de esas medidas sin resistencia. El FMI, el Banco Mundial, la OCDE, la UE etc son meros títeres.

Pero la gran pregunta a plantearse es la siguiente: ¿quién son los mercados? Se nos dice desde el frente liberal que los mercados son los fondos de pensiones y de ahorros en los que todos tenemos una pequeña parte. No niego la complicidad de muchos de los actores sociales incluidas clases medias –normalmente los más poderosos económicamente hablando- pero no nos engañemos, la trama de hedge founds, fondos de inversión, unit link, fondos de capital riesgo, gestoras de fondos en paraísos fiscales, etc no están conformadas por las redes de pequeños ahorradores. ¿Quiénes son entonces?

En un planeta de 6.500 millones de habitantes, de los que solo una tercera parte vive bajo lo que conocemos como paraguas del Estado del bienestar, los mercados curiosamente no han decidido que las dos terceras partes restantes alcancen gradualmente ese paraguas, sino desmantelar a la tercera parte que lo goza. ¿Quiénes son entonces?

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