miércoles, 27 de enero de 2010

Lost. La ciencia y el tiempo

No cabe duda que los guionistas de Lost decidieron en el tource de force de la cuarta temporada retorcer hasta lo insondable las especulaciones científicas en la explicación de los fenónemos relativos a la isla, y de esa forma imbricar en la trama de la serie interrogantes que se sitúan en los límites de la mecánica cuántica, el electromagnetismo y la relatividad.

Los viajes en el tiempo, los agujeros de gusano y la materia exótica forman parte ya de la explicación de los misterios que rodean la isla y quizá de los que aún están por llegar.

Resulta evidente que la isla es una fuente de electromagnetismo anómala y excepcional. En ella se da un campo magnético que debe haber sido producido por una carga eléctrica en movimiento. Esa carga eléctrica aún no ha sido descubierta.

Ese campo electromagnético es una fuente inmensa de energía, capaz de abrir un agujero de gusano lo bastante grande como para transportar a la isla en sí. La materia exótica negativa y el efecto Casimir podrían mantener ese agujero abierto para que la isla pudiese pasar y trasladarse.

El electromagnetismo -en los niveles que manejamos- es capaz de influir en una serie de sucesos que ahora se nos aparecen como inasibles; puede hacer estrellarse un avión, puede provocar efectos físicos sobre las personas (curaciones, infertilidad…) o provocar desfases en los sistemas de medición tradicionales basados en la orientación a un polo magnético.

Un fenómeno así es capaz de despertar la curiosidad de todo científico que se encuentre con él y puede enzarzar a los humanos en mil batallas. La Iniciativa Dharma no es sino una búsqueda insaciable del dominio del electromagnetismo de la isla.

Según Michiu Kaku, autor de la obra Física de lo imposible, el efecto Casimir está relacionado con la energía del vacío, una energía negativa de propiedades extrañas. De existir los agujeros de gusano -también llamados puente de Eisntein/Rosen, y que son una característica hipotética del espacio-tiempo derivada de las ecuaciones de la relatividad general-, consistirían en una especie de atajo a través del espacio y del tiempo. Un ejemplo, supongamos que tenemos un globo, que ese globo es el universo, y que todo lo que conocemos, como planetas, galaxias, y demás, está sólo en la superficie del globo, no dentro ni fuera, sino en la parte de la goma. Si uno quiere ir de un lado al otro del globo, tiene que dar toda la vuelta. Sin embargo un agujero de gusano, cortaría camino a través del centro del globo, o sea la parte donde está el aire del globo imaginario.

El problema derivaría de que estos agujeros de gusano pueden abrir portales a otros espacio/tiempos o universos, pero el viaje no tendría retorno, ya que son inestables y no pueden permanecer abiertos por sí solos. Sin embargo, el efecto Casimir podría otorgar estabilidad a los agujeros de gusano y mantenerlos abiertos de modo permanente. El efecto Casimir está predicho por la teoría cuántica de campos y consiste en que dados dos objetos metálicos separados por una distancia pequeña comparada con la de los objetos, aparece una fuerza entre ellos debido a un efecto asociado al vacío cuántico.

Junto a la fuerza que enuncia el efecto Casimir es necesario de la concurrencia de la materia exótica de energía negativa, ya que ésta consigue estabilizar el agujero de gusano y permite así poder viajar por él. La explicación reside en que la materia extraña (una materia mucho más estable que la nuclear) es necesaria para que las paredes del agujero repelan -y no atraigan- a cualquier objeto que lo atraviese. La materia nuclear común atrae a los objetos, por tener masa positiva, en cambio la materia extraña tiene masa negativamente, y entonces repele a los objetos. Quién entrase por uno de los lados del agujero de gusano sería expulsado por el otro lado al instante.

Realmente todavía no se sabe si este tipo de materia puede existir en la actualidad o puede haber existido en alguna etapa temprana del universo, pero no cabe duda de que Lost presupone su existencia tal como algunas teorías físico-matemáticas predicen.

No puede ser más explícito el capítulo final de la cuarta temporada, cuando el vídeo que vemos sobre la Orquídea nos dice que la bóveda de la estación “está construida adyacente a lo que creemos es una bolsa de materia exótica cargada negativamente"

Ahora bien, para acudir a un suceso como es el movimiento de una isla entera necesitamos algo más. Según Kaku una isla puede trasladarse en el espacio tiempo mediante el fenómeno de la "teletransportación cuántica". La teletransportación cuántica de fotones y átomos ya existe. El record es 600 metros sobre el Río Danubio. Sin embargo mover una isla requeriría una tecnología siglos más avanzada de la que tenemos hoy en día. Todavía está por comprobar si ésta va a ser la opción de los guionistas o se basarán en otras teorías o ficciones mucho menos aceptadas (teoría del túnel del tiempo…)

Cuestión distinta es que el inmenso campo magnético que es la isla pueda -al abrir un agujero de gusano- enviar a un viaje en el tiempo a sus protagonistas o moradores. Romper la línea temporal puede abrir bucles de espacio tiempo en los que al quebrar la línea temporal en la que transcurre nuestra existencia toman cabida posibilidades inverosímiles. Un bucle temporal puede provocar un acortamiento o alargamiento del tiempo (traducido a lo humano, edad), puede engarzar la concurrencia de universos temporales en momentos distintos e incluso puede abrir la posibilidad de volcarse directamente a universos o dimensiones paralelas. La física cuántica actual predice la existencia de otras dimensiones adicionales a las cuatro conocidas.

La cuestión por tanto reside más en la coherencia de la tesis científica que se mantenga en la sexta temporada que en el uso cicatero y caprichoso de cualquier hipótesis pseudocientífica que abra las puertas al fenómeno mágico o al aventurerismo religioso.

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