De entre los géneros
tradicionales del cine estadounidense tan solo la comedia ha mantenido su
popularidad, si bien no podemos decir lo mismo del mantenimiento de su calidad.
Cómicos como Jim Carrey, Adam Sandler, Ben Stiller, Will Smith, Eddie Murphy,
Rob Schneider, Ashton Kutcher, Reese Whiterspoon, Jennifer Aniston, Cameron
Díaz, Sandra Bullock o Anne Hathaway han sido los protagonistas de las más
populares, sin que ninguna pueda salvarse de la mediocridad. La irrelevancia en
la década de directores como Kevin Smith o Todd Haynes ha agudizado el problema
de la calidad creativa del género. Comedias modestas e irreverentes como “Pequeña Miss Sunshine, 2006“, de
Jonathan Dayton y Valerie Faris, “Entre
copas, 2004” o “Los descendientes,
2011”, ambas de Alexander Payne, “Juno,
2007“ y “Up in the air, 2009“ ambas
de Jason Reitman, “Lost in translation,
2003” de Sofia Coppola, “Algo en común,
2004” de Zach Braff o “Flores rotas,
2005” de Jim Jarmusch, pueden ser destacadas entre lo mejor del género.
La
comedia musical ha dejado algunas obras de calado, como el alambicado y perfeccionista
“Chicago, 2002” de Rob Marshall, la
efectista “Molin Rouge, 2001” de Baz
Luhrmann y la rutinaria “Across the
Universe, 2007” de Julie Taymor
En
el género de terror destacan una serie de obras como la excelente “The ring, 2002“, de Gore Verbinski,
versión de la película japonesa de Koji Suzuki, “Las milla verde, 1999“, de Frank Darabont o “Paranormal activity, 2007” de Oren Peli. Pero será M. Night
Shyamalan quién efectuará la mayor aportación al género, como abordaremos más
adelante. Sin embargo el gran éxito de público recaerá en la saga “Crepúsculo, 2008“, de Catherine
Hardwicke, historia vampírica para adolescentes donde prima la estética de sus
protagonistas sobre cualquier elemento de naturaleza cinematográfica.
Ante
la escasez de alternativas que ofrece el cine comercial de la década, los
filmes de interés debemos buscarlos en las producciones de una serie de
directores jóvenes que parecen tomar el relevo de los grandes maestros y de la generación
de los noventa, renovando las temáticas y aportando una nueva mirada crítica al
cine del nuevo siglo. Puede
citarse a Paul Thomas Anderson, David
Fincher, Darren Aronofsky, M. Night Shyamalan y Christopher Nolan.
Paul Thomas Anderson,
que había deslumbrado con “Magnolia,
1999”, es un director de gran potencia narrativa que ha firmado “Punch Drunk Love, 2002”, la
excesivamente barroca “Pozos de ambición,
2007” y la magnética “The Master,
2012”. David Fincher, autor de “Seven,
1995” entregará la minuciosa “Zodiac,
2007”, la irregular “El curioso caso de
Benjamin Button, 2008”, la entretenida “La
red social, 2010” sobre el surgimiento de la red social facebook, y la versión estadounidense de
“Millenium: los hombres que no amaban a
las mujeres, 2011”, adaptando la exitosa novela de Stieg Larsson. Darren
Aronofsky es un director visceral que bucea en personajes atormentados como en
su brillante “Requiem por un sueño,
2000”, en “El luchador, 2008” y en su
efectista “Cisne negro, 2010”
M.
Night Shyamalan emerge como una gran figura creadora del cine de terror y
fantástico con “El sexto sentido,
1999”, y continúa con sus creaciones minimalistas que forjan el suspense con
elementos cotidianos y nunca estridentes con “El protegido, 2000”, “El
bosque, 2004” y “El incidente,
2008” entre las que intercala las inferiores “Señales, 2002” y “La joven
del agua, 2006”. Por su parte el inglés Christopher Nolan, además de
renovar con talento la saga del superhéroe Batman
firmará el desasosegante thriller “Memento, 2000”, el interesante “Insomnio, 2002”, la decepcionante
historia de magos “El truco final (El
prestigio), 2006” y el estimulante thriller
surrealista “Origen, 2010”.
Junto
a ellos otros autores han proyectado filmes donde se intenta que prime la
calidad del guión y la fuerza de la historia que pretende contar sobre los
elementos espectaculares. Paul Haggis, guionista de Million dollar baby, intenta recrear el mosaico de tensiones de Los
Ángeles en la fallida “Crash (Colisión),
2004”, para entrar de lleno en la ocultación interesada que conlleva la
participación militar en la guerra de Irak con “En el valle de Elah, 2007“, senda de tibia crítica política que
también puede apreciarse en “El buen
pastor, 2006“ de Robert de Niro, “Syriana,
2005“ de Stephen Gaghan, “El señor de la
guerra, 2005“ de Andrew Niccol, “Leones
por corderos, 2007“ de Robert Redford y “Los idus de marzo, 2011“ de George Clooney. Clooney ha dirigido
asimismo “Confesiones de una mente
peligrosa, 2002” y el sobrio alegato anti-mccarthy “Buenas noches y
buena suerte, 2005“. Igualmente ha protagonizado la oscura “Michael Clayton, 2007” de Tony Gilroy.
En esta serie de películas puede incluirse la atractiva “El desafío: Frost contra Nixon, 2008“, de Ron Howard y la fría “Munich, 2005” de Steven Spielberg. No
obstante, la producción hollywoodiense siempre conlleva una reivindicación de
los valores militares como se encarga de evidenciar “En tierra hostil, 2008“, de Kathryn Bigelow, tensa historia de una
unidad de élite de artificieros que resultó oscarizada.
El
cine comercial también ha recurrido de forma continua a las biografías, alguna
de las cuales rezuman interés. Entre ellas cabe citar “Una mente maravillosa, 2001“, biopic
del matemático John Forbes Nash y “Cinderella
man. El hombre que no se dejó tumbar, 2005” biografía del boxeador Jim
Braddock, ambas de Ron Howard, que no fue capaz de aportar el pulso necesario a
“El código Da Vinci, 2006” mediocre
recreación cinematográfica del bestseller
de Dan Brown. Merece una mención Michael Mann, con su biografía de “Ali, 2001”, previa a su aclamada aunque discreta “Collateral, 2004”, Julian Schnabel, que
narra la vida del poeta cubano Reinaldo Arenas en “Antes que anochezca, 2000”, Julie Taymor que traspone al cine la
vida de la pintora “Frida, 2002”, Taylor
Hackford que lleva a la pantalla una complaciente biografía de Ray Charles en “Ray, 2004“, James Mangold, autor de “En la cuerda floja, 2005” sobre la vida
del cantante country Johnny Cash, Ed
Harris, que realizando un proyecto personal detalla la vida del pintor “Pollock: La vida de un creador, 2000”,
previa a su irregular “Appaloosa,
2008“ y Bennet Miller, autor de la interesante “Truman Capote, 2005“ con un sensacional Phillip Seymour Hoffman y a
la que sigue la destacable “Moneyball:
Rompiendo las reglas, 2010”.
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