viernes, 16 de septiembre de 2011

Cine británico de la última década

  El cine británico ha dado muestras en esta década de una vitalidad creciente, auspiciada por un continuo equilibrio entre un cine de carácter realista que visita las calles y la forma de vida de la gente y un cine de estudio, muy entroncado en la inspiración literaria, que se mueve a las mil maravillas en su conexión con la Meca hollywodiense. Siempre quedan en mitad de camino unos cuantos cineastas inclasificables. Para entendernos, las vías abiertas en los 80 y 90 por Ken Loach y Neil Jordan, de un lado y Stephen Frears, James Ivory o Kenneth Branagh por el otro. En medio quedaba el archiecléctico Peter Greenaway, autor por otro lado casi siempre insoportable.

 -Ken Loach ha entregado esta década las notables “Felices Dieciséis, 2002”, “El viento que agita la cebada, 2006” y “En mundo libre, 2007” y la extraordinaria “Buscando a Eric, 2009”. Por su parte Neil Jordan ha firmado “Desayuno en Plutón, 2005” y Jim Sheridan “En América, 2002”. Terry George presentaba “Hotel Rwanda, 2006”. Mike Leigh es el responsable de la estremecedora “El secreto de Vera Drake, 2004”. Stephen Daldry firmaría la entrañable “Billy Elliot, 2000” antes de marchar a Hollywood para dirigir “Las horas, 2002” y “The Reader, 2008”.
Por su parte Danny Boyle, alejado del mundo que muestra en “Tumba abierta, 1994” y “Trainspotting, 1996” dirigirá la extrañamente premiada “Slumdog Millionaire, 2008” y “127 horas, 2010”.
  Merecen también una mención las películas “Control, 2007” de Anton Corbijn, sobre la figura de Ian Curtis, líder de Joy Division, “This is England, 2006” una mirada aterradora sobre el mundo skinhead, de Shane Meadows, director también de la aceptable “Dead man’s shoes, 2004” y ”Red Road, 2006” de Andrea Arnold que describe con precisión un paisaje urbano en descomposición en el que sitúa una historia que no termina de funcionar. Asimismo Steve MacQueen ha dirigido dos filmes sensacionales, “Hunger, 2008” y “Shame, 2011” y Paul Greengrass se reveló con “Bloody Sunday, 2002” y “United 93, 2006”.
  Debe hacerse otra mención especial a las comedias de trasfondo social, “Irina Palm, 2008” de Sam Garbarski y “Once (Una vez), 2006” de John Carney, deliciosa película irlandesa que nos lleva al romántico paseo de un músico ambulante por las calles de Dublín.
  -Stephen Frears ha entregado esta década dos magníficas películas, “Alta fidelidad, 2000” y “The Queen, 2006” con una insuperable Helen Mirren. Kenneth Branagh no ha recuperado el pulso de antaño y ha entregado las mediocres “Como gustéis, 2006” nueva adaptación de una obra de Shakespeare, “La flauta mágica, 2006” y el remake de “La huella, 2007”. James Ivory, continuando con sus adaptaciones de dramas de época ha entregado “La copa dorada, 2001” sobre Henry James y la interesante “La condesa rusa, 2005” con unos magníficos Ralph Fiennes y Natasha Richardson. Richard Eyre firmó “Iris, 2002” y la deliciosa “Belleza prohibida, 2004” con Billy Cudrup y Claire Danes. El irregular, Mike Newell, ya asentado en Hollywood, firmó “La sonrisa de Mona Lisa, 2003” y “El amor en los tiempos del cólera, 2006”, adaptando pobremente la novela de García Márquez. Y mientras Sam Mendes dirigía en Estados Unidos las exitosas “American Beauty, 1999”, “Camino a la perdición, 2002” y “Revolutionary Road, 2008”, no hay noticias reseñables de John Madden (“Shakespeare enamorado,1998") o de Bill Condon (“Dioses y monstruos, 1998"), además del fallecido Anthony Minguella (“El paciente inglés, 1996").
  Un importante éxito comercial han tenido las películas “Love actually, 2003" de Richard Curtis, “El diario de Bridget Jones, 2001” de Sharon Maguire o “Notting Hill, 1999” de Roger Michell, destacando por encima de ellas la divertida “El discurso del rey, 2010” de David Seidler, con unos brillantes Geoffrey Rush y Colin Firth.
Entre los extranjeros no podemos obviar las impresionantes apariciones de Woody Allen en “Matchpoint, 2005” y “Scoop, 2006”, del brasileño Fernando Meirelles adaptando al cine brillantemente la novela de John Le Carré “El jardinero fiel, 2005” y de la danesa Lone Scherfig con "An education, 2009".
  -Por último queda por reseñar la filmografía heterodoxa e inclasificable de Michael Winterbottom, autor versátil, capaz de explorar todos los géneros y de rodar de muchas formas diferentes, lo cual le hace alternar genialidad con irregularidad. Entre sus películas resulta obligatorio citar “Wonderland, 1999”, “24 horas party people, 2002”, “In this world, 2003”, “9 songs, 2004” o “Camino a Guantánamo, 2006”. No puede concluir esta miscelánea sobre el cine británico sin mencionar a Kevin MacDonald, autor del impresionante documental “Touching the Void, 2004” y de la portentosa “El último rey de Escocia, 2006”.

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